La Ciudad del Vaticano fue testigo de la inauguración del magisterio de León XIV con una misa en la que recibió los símbolos del poder papal, el palio y el Anillo del Pescador. En un llamamiento apasionado, el papa instó a la unidad en la iglesia y la paz en un mundo lleno de "demasiado odio y prejuicios".
El día comenzó con un paseo del nuevo pontífice a bordo del papamóvil, saludando a las aproximadamente 200.000 personas que se congregaron en las inmediaciones vaticanas para presenciar la ceremonia. Posteriormente, León XIV rezó en la basílica ante los símbolos que lo representarán durante su pontificado.
En un gesto conmovedor, el papa recibió el palio sobre sus hombros, decorado con cruces negras de seda, y el Anillo del Pescador en su mano derecha. La misa de inicio del ministerio petrino se llevó a cabo ante miles de fieles y autoridades de 150 países y organizaciones. En su homilía, León XIV abogó por una iglesia unida que sea un "fermento para un mundo reconciliado", especialmente en un contexto marcado por la violencia y la injusticia.
