El rey Carlos III y la reina Camila del Reino Unido están a punto de aterrizar en Canadá en medio de todo un drama diplomático. ¿Por qué? Bueno, resulta que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anda diciendo por ahí que quiere anexar Canadá a su país. Sí, como lo lees. Parece que a Trump se le ha subido el poder a la cabeza y ahora quiere convertir a Canadá en el estado número 51 de EE.UU. No es broma.
¿Qué van a hacer Carlos III y Camila en Canadá? Pues van a estar dos días de visita oficial. Uno de los momentos clave de esta visita será cuando Carlos III dé el tradicional Discurso del Trono en el Parlamento de Canadá el martes. Esta ceremonia es muy simbólica y sirve para reafirmar el papel de la monarquía en la democracia parlamentaria canadiense. ¡Vaya rollo, ¿no?!
En fin, resulta que esta no es la primera vez que un monarca británico hace esto en Canadá. La reina Isabel II lo hizo en 1957 y 1977. En 1957 fue su primera visita oficial al país después de llegar al trono, y en 1977 lo hizo para celebrar su jubileo de plata. Normalmente, el Discurso del Trono lo lee el gobernador general, pero Trump ha metido la cuchara y ha obligado a que lo haga Carlos III. Parece que Trump no le cae muy bien a los canadienses.
Carlos III está en tratamiento por un cáncer no especificado, pero aún así lo han llamado para que vaya al Parlamento canadiense. Trump ha estado insistiendo en querer anexar Canadá, diciendo que la frontera entre los dos países es una "línea artificial" y que Canadá depende de las "subvenciones" de EE.UU. ¡Menudo lío se ha montado!
Los canadienses están preocupados por toda esta situación. Mark Carney, el primer ministro, ha dicho que la visita de Carlos III es un "honor histórico" y que Canadá tiene un "defensor firme" en el rey. Mary Simon, la líder indígena que ocupa el cargo de gobernadora general, también ha comentado que esta visita destaca la relación duradera entre Canadá y la Corona. Philippe Lagassé, un experto en la monarquía británica, ha señalado que la presencia de Carlos III en el Parlamento canadiense es un mensaje claro en contra de las ideas de Trump.
En resumen, la visita de Carlos III y Camila a Canadá es todo un acontecimiento en medio de las tensiones diplomáticas causadas por las amenazas de Trump. Parece que el drama político está a la orden del día en América del Norte. ¡Qué locura!