Renberto Durán tuvo una noche terrible el 7 de abril, cuando un pedazo de escombro de 16 pulgadas le cayó encima en el Jet Set. Después de solo 15 minutos en el lugar, mientras se dirigía a la pista de baile, quedó atrapado bajo los escombros de la discoteca durante más de siete horas. Aunque había vencido un cáncer de paratiroides, Durán describe esa situación como más aterradora que la enfermedad en sí misma. Durante su tiempo atrapado, escuchó los lamentos desgarradores de las personas a su alrededor, pidiendo ayuda desesperadamente para no morir en el derrumbe.
Después de ser rescatado, Durán recibió la devastadora noticia de que su esposa, Indira Díslaméndez, de 39 años, había fallecido en el accidente. Este golpe lo dejó en shock, sumido en la tristeza y la desolación. Además de lidiar con la pérdida de su esposa y las secuelas físicas del incidente, Durán se enfrenta al desinterés aparente de las autoridades y los dueños del local. A pesar de la magnitud de la tragedia, el encargado del GC, Gregory, responsable de la fiesta, nunca recibió contacto de la administración ni de los propietarios.
La sensación de abandono ha llevado a Durán a considerar acciones legales contra los responsables del club nocturno. Temeroso de que todo se olvide, busca justicia y reconocimiento de las autoridades para las más de 230 personas que perdieron la vida en el derrumbe. El dolor, la frustración y el vacío dejado por la pérdida de su esposa son sentimientos que Durán sigue experimentando, mientras lucha por que se haga justicia en un proceso que se avizora complicado y extenuante para él.
