Un devastador ataque en Puerto Príncipe ha conmocionado a la comunidad internacional. En un acto de violencia sin precedentes, grupos armados pertenecientes a la coalición Vivre Ensemble prendieron fuego a las instalaciones del Hospital de la Universidad Estatal de Haití (HUEH), el principal centro de salud público de la capital haitiana. Este trágico incidente, registrado este jueves, ha dejado a la población local atónita y sumida en la incertidumbre.
Escalada de violencia en Haití
Un video difundido en redes sociales capturó el momento en que intensas llamas devoraban el Hospital General, como comúnmente se le conoce. Este centro de atención médica es vital para las comunidades más vulnerables de la región, brindando servicios de salud esenciales a quienes más lo necesitan. La destrucción de estas instalaciones representa un duro golpe para la población haitiana, que ya se enfrenta a graves problemas de inseguridad y violencia.
El pasado 24 de diciembre, durante un intento del exministro de Sanidad, Duckenson Lorthe Blema, de reabrir el Hospital General, el lugar fue escenario de un ataque armado por parte de las bandas armadas. Trágicamente, en ese incidente perdieron la vida dos periodistas y otros siete resultaron heridos, dejando una profunda herida en la comunidad periodística haitiana.
Respuesta del Gobierno y la comunidad internacional
En respuesta a esta ola de violencia, el Gobierno de Haití ha anunciado la reactivación y reforma de la Comisión Nacional de Desarme, Desmantelamiento y Reinserción (CNDDR). Se han tomado medidas urgentes para abordar la inseguridad que azota al país, con la firme determinación de erradicar esta plaga que ha cobrado tantas vidas y ha sembrado el miedo en la población. La seguridad y el restablecimiento del orden público son prioridades absolutas en la agenda gubernamental.
La comunidad internacional también ha mostrado su preocupación por la escalada de violencia en Haití. Datos verificados por la ONU indican que al menos 5,626 personas perdieron la vida en 2024 como resultado de las acciones de bandas criminales, un aumento significativo con respecto al año anterior. Además, se reportaron 2,213 heridos y 1,494 secuestrados, lo que revela la gravedad de la situación en el país caribeño.
Por otro lado, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha alertado sobre el dramático aumento del número de desplazados en Haití, que se ha triplicado en un solo año y supera el millón de personas. Más del 50% de estos desplazados son niños, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de la población afectada por la violencia y la inestabilidad política en la región.
En medio de la tragedia y la incertidumbre, la comunidad internacional se une en solidaridad con el pueblo haitiano, instando a las autoridades locales a tomar medidas firmes para restaurar la paz y la estabilidad en el país. La violencia y la inseguridad no pueden convertirse en la nueva normalidad en Haití, y es imperativo que se tomen acciones concretas para proteger a la población y garantizar un futuro seguro y próspero para todos los haitianos.