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¡Hola a todos! A unas pocas semanas del cierre del año escolar 2024-2025, el panorama educativo en República Dominicana está lejos de ser ideal. Parece que las grietas estructurales, alimentarias, tecnológicas y pedagógicas siguen presentes a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos doce años desde la implementación del 4% del PIB para la educación.

Infraestructura al borde del colapso
Al dar un vistazo a centros educativos como la Escuela Básica San Rafael en Los Gandules, es evidente que las deficiencias son alarmantes: techos agrietados, baños en mal estado y aulas sobrepobladas nos dan una idea de la falta de inversión en infraestructura. En el Liceo Juan Pablo Duarte la situación no es mejor, con condiciones precarias que hacen que algunos lo comparen con una penitenciaría.

Hacinamiento y escasez de personal
El problema de la sobrepoblación escolar persiste, especialmente en zonas como la escuela San Rafael. A pesar de los esfuerzos por reducir la cantidad de estudiantes por aula, la realidad es que aún hay una falta de personal y recursos para atender adecuadamente a los alumnos. En áreas rurales como Monte Plata, los docentes tienen que enfrentar largas caminatas debido a la falta de acceso a los centros educativos.

Alimentación escolar: azúcar, harina y frustración
Uno de los aspectos más preocupantes es la calidad nutricional de los alimentos escolares. Con desayunos que consisten en bizcochos y leche azucarada con altos contenidos de azúcar, queda en evidencia la falta de una alimentación balanceada. A pesar de los esfuerzos por ofrecer desayunos y almuerzos a los estudiantes, la realidad es que muchos de estos alimentos carecen de los nutrientes necesarios para una dieta saludable.

En resumen, la educación en la República Dominicana enfrenta grandes desafíos que van desde la falta de infraestructura hasta la deficiencia en la alimentación y la tecnología. A menos que se realicen cambios significativos en el sistema educativo, los estudiantes más vulnerables seguirán sin recibir la educación de calidad que merecen. ¡Es hora de actuar y garantizar un futuro mejor para las generaciones venideras!