Venezuela tuvo un día de elecciones este domingo con muy poca gente votando y poca transparencia. A más de 12 horas desde que empezó el proceso, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, no ha publicado los números de participación, algo que normalmente se da a conocer horas antes de que cierren las votaciones.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, anunció que se extendería el horario de votación hasta las 7:00 p.m. o hasta que se acabaran las colas, aunque en la mayoría de los centros no había colas. Según encuestas, la participación fue menor al 15 %, siendo una cifra devastadora para el oficialismo que buscaba legitimar elecciones regionales y parlamentarias.
La líder opositora María Corina Machado declaró que más del 85 % de los venezolanos ignoraron el llamado del régimen. "Hoy el pueblo volvió a derrotar a este régimen criminal", afirmó en un mensaje publicado en la red X. Machado describió el boicot ciudadano como un acto de desobediencia civil organizado, respaldado por imágenes de calles vacías, centros sin votantes y mesas electorales sin movimiento.
A pesar del vacío electoral, el presidente de la Asamblea Nacional chavista y jefe del comando de campaña, Jorge Rodríguez, proclamó con euforia que "la democracia venezolana triunfó con fuerza indeclinable". Sin embargo, las imágenes mostraban lo contrario: militares sin electores, centros desiertos y un país que simplemente no acudió. Este proceso electoral, convocado para renovar 24 gobernaciones, 285 diputados y 520 legisladores regionales, fue calificado por la oposición como una farsa sin garantías.
Desde San Cristóbal hasta Caracas, pasando por Barinas, la desolación, el silencio y la apatía se convirtieron en señales de rechazo. "Esto no es abstención, es resistencia", dijo Rosaura, maestra retirada en Táchira. "Ya votamos el 28 de julio. No vamos a jugar su juego". En los días previos, el régimen activó una nueva ola represiva: más de 70 personas fueron detenidas en la llamada Operación Tun Tun, incluyendo periodistas, defensores de derechos humanos y figuras políticas como Juan Pablo Guanipa, colaborador de Machado.
Edmundo González Urrutia, presidente electo en julio de 2024, fue contundente: "Hoy fuimos testigos de un evento que intentó disfrazarse de elección, pero no logró engañar ni al país ni al mundo". Machado coincidió: "Estos son los últimos coletazos de una era que se cierra. Hoy tienen miedo. Yo duermo tranquila. Ellos no".